lunes, 9 de junio de 2014

Líneas paralelas.


Regresaste y abolí mi suprema perspectiva
                                 La prohibí
Junto a ti se desvanecieron esos tumores de creencias innecesarias,
                                 de iluminaciones alentadoras y descompuestas

            Me preguntas cuándo han partido
                                                                 Dime cuánto te quedarás
Nuestras líneas paralelas se hieren grotescamente,
                        se hallaron enclenques y mortales una a la otra.

            Trata de entender aunque lo comprendas,
aunque asimiles cualquier movimiento del amanecer.
Mi pureza es la carnicería entre actuaciones camaleónicas
            Mi imperfecto vaho de vela oscura...

Y regresaste y…
¡Ya basta! Cesa en tu repetición de farsas ajenas
          ¿No aprecias el fluir de los primeros días?
Me enfurezco al pensar cuánta luz has raptado
Cuántas orejas de bebé albergas en tus cajones
El néctar de libélulas que brota del corazón exaltando la honestidad
            Y de ello careces
La culpa asesinó a sus progenitores por vergüenza ajena
Pues siempre es ajena a uno mismo
           
Regresaste y me conmocioné
            Hay un cúmulo de huesos frente al acantilado
            Los crepúsculos se ciernen insuflando sombras sobre él
Desde ese lugar sollocé intensamente
            No preveía tu retorno, habías huido
Y esa marcha fue despedida de cuervos y halcones.
           


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